domingo, 30 de diciembre de 2012

POR ¿QUÉ TOMAMOS LAS 12 UVAS EN NOCHEVIEJA?



Las doce uvas “de la suerte” comenzaron a tomarse de manera masiva en España en la Nochevieja de 1909, debido a un excedente de la cosecha en Alicante. Sin embargo ya en el siglo XIX existía la costumbre entre los burgueses españoles de comer uvas y brindar con champán para despedir el año.

Según la tradición, en la mesa se colocan 12 uvas delante de cada comensal que simbolizan los 12 meses del año y que deben comerse con cada una de las campanadas del reloj.

En otros países también existen alimentos típicos para dar la bienvenida al nuevo año. En Grecia suelen cocinar un pastel llamado Vassilopitta en cuyo interior se coloca una moneda de oro o de plata. El que encuentre la moneda en su plato será la persona con más buena suerte en el año que se avecina. Y en Italia y algunos países sudamericanos es tradición comer un plato de lentejas estofadas tras las campanadas de media noche para atraer la prosperidad y la fortuna en el año entrante.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

EJERCICIOS FIN DE AÑO



Un poco de ejercicio puede ayudar a compensar los excesos propios de estas fiestas.

Durante los días de Navidad es habitual reunirse con la familia o amigos alrededor de una mesa que por lo general está repleta de comida, bebida, dulces, etc.

Resulta difícil resistirse a probar todo tipo de aperitivos, platos y turrones típicos de estas fechas, lo que fácilmente se traduce en un aumento de peso. Por ello, para intentar disminuir esta ganancia de peso, nada mejor que realizar un poco de ejercicio durante estos días.

sábado, 22 de diciembre de 2012

SUGERENCIAS PARA LA MESA DE NAVIDAD


Las fechas navideñas son, generalmente, uno de los principales motivos de reunión con familiares y amigos. Estas reuniones se suelen hacer en torno a una mesa y a una buena comida.

Pero antes de comer hay que conocer ciertas reglas o normas sobre los más diversos aspecto como la mesa, los invitados, etc. Vamos a dar algunas sugerencias.
Mantel y servilletas.

No debemos anteponer la comodidad a la elegancia. Un mantel de tela no tiene punto de comparación con un buen mantel de papel, por bonito que sea. En el caso de las servilletas, ocurre lo mismo. Todos sabemos que en esos días todo el mundo está muy ocupado, pero no debemos caer en esta tentación. Un mantel bonito, de calidad, realza la mesa, la viste de forma elegante y luce más el resto de elementos.

Bajo el mantel es recomendable colocar un muletón o tela gruesa que amortigüe golpes y ruidos.
Cómo colocar los platos, las copas y los cubiertos.

Los platos, mejor, sobre un bajo plato que aporta un toque de estilo y elegancia a la mesa. Un plato llano y uno hondo, si vamos a servir alguna receta que lo requiera, o bien puede ir un solo plato llano, o con un pequeño plato de aperitivos encima.

Las copas. Con 4 copas habrá suficiente. No tenemos porqué complicar el uso a nuestros invitados. Agua, vino tinto, vino blanco y champán. Si necesitamos alguna copa más la debemos colocar en el momento en que sea necesaria. Se colocan en la parte superior de los platos, perpendiculares a los cubiertos.

Los cubiertos. Se colocan de forma que los más alejados del plato con los primeros en utilizarse. Al igual que las copas no conviene poner muchos cubiertos que pueden dificultar a nuestros invitados su uso. Con un par de cubiertos para los dos platos principales, puede ser suficiente. Cucharas y cuchillos a la derecha, los tenedores a la izquierda. Es posible que tengamos que añadir algún cubierto para los entrantes, mariscos, etc. Los cubiertos de postre, mejor se ponen en el momento de servirlo, así no llenamos la mesa con demasiadas cosas.
La decoración de la mesa.

En estas fechas nos solemos decidir por decoraciones temáticas, muy propias de estas fechas, pero hay muchas otras opciones.

Si debemos tener en cuenta que la decoración no debe formar barreras entre los invitados, por lo tanto, no es correcto poner centros de mesa u otros adornos de más de unos veinte centímetros de altura. Tampoco la decoración debe molestar o estorbar a los comensales. Ni debe interferir tanto a la vista (brillos, reflejos...) ni a otros sentidos, como el olfato.
Los abrigos y otros complementos de los invitados.

Debemos contar con una habitación o armario donde poder colocar todas las prendas de abrigo y complementos de nuestros invitados. Aunque sean de la familia no debemos dejarlos en las sillas o amontonados en el sofá. Hay que tratar de ser un poco más ordenados y organizados.
Donde sentar a cada invitado.

En este tipo de celebraciones familiares, se suele utilizar el criterio de la edad. Las personas más mayores, abuelos o padres, generalmente, son los que presiden. Luego se colocan por edades o bien por razones de utilidad, como colocar a los más pequeños al lado de sus padres, para controlarlos un poco mejor, los anfitriones cerca de un lugar de la mesa donde se puedan levantar con más facilidad, etc.
A quién servir primero.

Como hemos dicho anteriormente, por orden de edades suele ser lo más habitual, aunque en algunas ocasiones somos más prácticos que protocolarios y servimos por el orden lineal, que es más cómodo y práctico. Siempre que podamos debemos tener el detalle de servir primero a los mayores y a las mujeres que haya en la mesa.

sábado, 15 de diciembre de 2012

viernes, 7 de diciembre de 2012

lunes, 3 de diciembre de 2012

CATAR EL JAMÓN


Catar un jamón también es una experiencia necesaria, en la que debemos conocer todos los aspectos a tomar en cuenta para decantarnos por una pieza o por otro: que decidirán nuestra elección final.

Dejarnos llevar por un simple vistazo podría ser perjudicial, ya que todos los jamones a simple vista parecen piezas cuidadas y bien realizadas. Así como fiarnos solo del precio tampoco es aconsejable, a veces el dinero no lo es todo.





Así conoceremos un poco más que es lo que debemos hacer para catar un jamón.

1. Fijarnos en la grasa.

La grasa del jamón es un elemento esencial del producto y todo un complemento gustativo, así como un elemento clave en la estructura interna del jamón. Lo cierto es que debe estar en su punto. Un exceso conllevará a la típica frase de «este jamón es todo grasa». Aunque, no os fiéis de los jamones que no llevan nada de grasa.
De ahí la punzada que los expertos dan a la parte magra del jamón, donde se encuentra la grasa.
La grasa es uno de los puntos sobre los que se apoya la curación del jamón y en su textura es donde reside parte del característico sabor del jamón.

Diferenciaremos dos tipos principales de grasa:

Grasa presente en la parte externa del jamón - Los primeros trozos del llamado tocino del jamón deben presentar un tono amarillento, que poco a poco ha de pasar a un color blanco o rosado. Esta tonalidad atestigua que el proceso de curación ha sido el adecuado. Los jamones que presenten una grasa externa muy blanca fácilmente habrán sido curados casi a tiempo express y su calidad no serán la deseada. A su vez, debe presentar una estética uniforme, sin picos ni puntos extraños. El tono amarillento -y su paulatino descenso al blanco o rosa- también son pruebas de una correcta alimentación a base de bellotas y/o piensos de calidad, un aspecto clave para los gurús jamoneros.


Grasa presente en la parte interior de la pieza - Aquí los tonos principales han de ser el blanco y rosado, con tímidas reminiscencias amarillas. A su vez, su dispersión también ha de ser uniforme, aunque hablamos de una parte esencial de las lonchas: el veteado.

La punzada inicial que hemos mencionado antes se realiza en parte -también sirve para diferenciar el aroma- para poder apreciar vetas de color que permitan saber como es la grasa interna del jamón. De ahí su importancia.

2. Los entresijos de la loncha. Zonas a conocer

Poder ver y probar el jamón antes de comprarlo -o hacerlo con uno de la misma camada- es esencial. Para ello debemos saber que aspecto deben presentar las lonchas al ojo humano. El jamón serrano procede del segmento de las carnes roja, de ahí que a nadie le sorprenda su característico color de tonos rojizos. La gama de colores varía en un horquilla con otros entre el rosa débil o el púrpura, siendo el rojo intenso el principal. A su vez, los cortes presenten un característico tono luminoso, ya que están rodeados por una finísima capa de grasa. El veteado -dispersión más o menos uniforme- de grasa de color blanco también suele ser un símbolo de calidad.

3. El aroma

Sin lugar a dudas, el aroma es uno de los puntos más característicos del jamón serrano. Todo consumidor de este producto se siente atraído por el olor, que impregna el ambiente con su marcada personalidad. Lo expertos lo suelen utilizan conceptos como «flavour» o «bouquet» para definir la unión entre el gusto y el olor que desprende un buen jamón ibérico. Hay incluso quien defiende que contar con un punto de olor rancio es bueno, aunque el exceso puede ser desagradable y no en consonancia con un producto de calidad como el jamón ibérico.

4. La salazón. O el adecuado punto de sal

En este subapartado entra en juego el punto de sal del jamón en cuestión. El exceso de este elemento suele marca que el producto no ha sido bien curado, de hecho todos los expertos hablan del jamón ibérico como de un producto que aúna tres sabores diferentes: salado, dulce y amargo. El sabor salado tiene una causa clara, el proceso de salazón al que se somete a la pieza durante su curación. El sabor dulce, por su parte, viene marcado por las bellotas ingeridas por el animal. El sabor amargo -no muy acentuado- es una mezcla de los dos anteriores y también tiene puntos muy parecidos con el sabor dulce. Huelga decir que si es muy acentuado es un testigo adicional de que el proceso de curación no ha sido el adecuado.